lunes, 12 de diciembre de 2011

Capítulo 1: Desaparecida.

(relata Helena)
- ¿en donde estabas?
mis padres parecían molestos, debe haber sido por el hecho de desaparecer desde la mañana hasta ahora, que el sol ya se había ocultado...pensé en no responder y quedarme en silencio, como lo había hecho en los últimos dos meses, pero decidí ya no hacerlo.
- fui a la playa.
hablar era raro, pero pude sentir como volvió la paz. esta vez, todo tiene que salir bien, la mala suerte debía abandonarme.
- ¿estas bien Helena?
asentí con la cabeza, ya habían sido demasiadas palabras en un día.
- tengo que arreglar mis cosas, mañana tengo clases.
subi directamente las escaleras y al llegar a mi habitacion, cerre con llave.
(narrador)
ella se acerco a su tocador, se miro frente al espejo. su aspecto habia cambiado bastante. Helena adelgaso 9 kilos, ya siendo ella delgada, ahora parecia un verdadero esqueleto.
Las ojeras ya eran parte de su palido, delicado y demacrado rostro. La angustia y los medicamentos eran la causa de que sus labios fueran palidos y agrietados.
Lo unico de ella que conservaba su color, eran sus ojos. estos padecian un extraño mal congenito, llamado "heterocromia iridium". su ojo derecho era de color verde y el iquierdo, azul. solo por suerte, sus extraños ojos no habian perdido su color, pero si su brillo encantador que tanto la caracterizaba.
Helena se miro de cuerpo completo, se subio la camiseta...sus ojos volvieron a sollozarse.
Las cicatrices y sus recuerdos serian algo que nadie podria borrar..
(relata Helena)
me sentia devastada y como si fuera poco, estaba a punto de enloquecer.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Prólogo.

La brisa cálida de febrero, chocaba contra el rostro de helena, quien se encontraba en la playa, disfrutando a concho lo último de sus vacaciones.
       Se encontraba sola, -para variar.- ella trataba de olvidar las horribles cosas que había vivido últimamente. las cicatrices ya no dolían, solo ardían de vez en cuando.
- debió ser porque las tijeras, estaban oxidadas.- pensó, negó con la cabeza, volvió a sentirse indefensa.
suspiró larga y relajadamente, allí fue cuando se dio cuenta de que era hora de volver a casa, sus padres estarían muy preocupados...